Descripción
La nutria sin garras africana (Aonyx capensis) es la segunda especie más grande entre todas las nutrias. Su tamaño solo es superado por el de la nutria gigante. Tal y como su nombre sugiere, estas nutrias no tienen garras en sus patas.
La especie es bien conocida por su pelaje suave de aspecto satinado, y su cabeza suele ser más grande que la de otros tipos de nutrias, siendo ambas dos de sus otras características distintivas.
Pueden medir entre 1.1 y 1.6 metros de largo, y pesar hasta 22 kg [1].
Distribución
El hábitat de la nutria africana sin garras se extiende desde Sudáfrica hacia el norte, llegando hasta Etiopía y Senegal, pero no suele encontrarse en las áreas centrales de la selva tropical. Nota. Esta nutria es similar en apariencia a la nutria sin garras del Congo.
Sólo se encuentra en hábitats de agua dulce, por lo general cerca de áreas boscosas a lo largo del continente africano. Se desarrollan tanto en zonas de aguas cálidas como en zonas de temperaturas muy bajas.
Comportamiento
Los ejemplares de esta especie gastan la mayor parte del tiempo en el agua. Pueden moverse en la tierra, pero suelen ser lentas y torpes en el proceso. Por lo general se sienten más cómodas y seguras en el agua, especialmente porque tienen depredadores terrestres, incluyendo pitones y águilas. No hay que pasar por alto que el agua dulce también ayuda a mantenerlas frescas.
Si bien son más activas durante la noche por la búsqueda de alimento, se les ha visto jugando e interactuando con su entorno durante el día.
La nutria sin garras africana acostumbra a vivir sola o en pequeños grupos (hasta 5 miembros). El grupo ocupa un territorio determinado y luego cada uno de los miembros tiene su propio espacio. Se sabe que marcar el territorio usando sus poderosas glándulas odoríferas.
Dieta / Alimentación
Su dieta se basa en una variedad de animales pequeños como ranas, gusanos, peces y cangrejos. Son muy rápidas a la hora de la capturar y comer sus alimentos.
Se ha observado que pueden ser cazadores ávidos, llegando a buscar presas incluso debajo de troncos y rocas.
Estas nutrias usan sus bigotes como herramienta primaria en la búsqueda de comida. Al igual que en otras especies, los bigotes permiten detectar pequeñas vibraciones a su alrededor, ya sea en el agua o en la tierra.
Reproducción
Las nutrias sin garras africanas suelen iniciar la etapa reproductiva entre los 2 y 5 años de edad. Las hembras y los machos se mantienen separados hasta que la época de apareamiento comienza. Una vez que se han apareado, deben pasar alrededor de 60 días para que ocurra el nacimiento de las crías (hasta 3 de ellas). Esto suele producirse durante la primavera.
Las nutrias cachorros son amamantadas por su madre durante unos 4 meses, período durante el cual también se les enseña a nadar y pescar. Una nutria joven se considerará completamente crecida cuando ha alcanzado el primer año de edad. En este punto las nutrias machos dejarán a su madre para unirse a algún grupo de machos en la zona.
Conservación
Esta nutria esta clasificada como una especie Casi amenazada [2]. En el pasado estuvo considerada una especie en peligro de extinción debido a la caza humana y la destrucción de su hábitat natural, sin embargo gracias a los esfuerzos de conservación sus números se han recuperado.
Interacción Humana
La pesca con redes sigue siendo una amenaza importante para las nutrias sin garras de África. A esto se suman la sobre-población humana, la agricultura y el pastoreo excesivo.